En los últimos años, la figura del influencer ha ganado relevancia en plataformas de redes sociales, convirtiéndose en una poderosa herramienta de promoción para marcas y empresas. Lo que comenzó como una actividad basada en la creación de contenido, se ha transformado en un modelo de negocio multimillonario.
El mercado global de marketing de influencers alcanzó un valor estimado de 21.1 mil millones de dólares en 2023[*], y sigue creciendo rápidamente. Este éxito ha permitido a muchos creadores de contenido generar ingresos significativos mediante patrocinios, colaboraciones y ventas de productos.
Sin embargo, con este crecimiento económico también surge la necesidad de cumplir con obligaciones fiscales, por lo que a continuación se analizan los elementos que debe considerarse al definir el tratamiento fiscal de los ingresos de un influencer.
Fuentes de ingreso
El elemento que define cómo deben tributar correctamente los ingresos de los influencers radica en la identificación de la naturaleza de dichos ingresos. Para ello, es menester conocer los tipos de ingreso que pueden generar estas personas.
Los ingresos de los influencers que pueden tener son los siguiente:
- Marketing de afiliado: Promocionan productos de terceros mediante enlaces y reciben comisiones por las ventas generadas.
- Venta de productos o servicios propios: Diseñan y venden productos como ropa o maquillaje, y ofrecen servicios como cursos o asesorías.
- Patrocinios y colaboraciones pagadas: Crean contenido promocional para marcas, incluyendo menciones y reseñas pagadas en redes sociales.
- Ingresos por publicidad en plataformas: Generan ingresos a través de anuncios en contenido subido a plataformas como YouTube o TikTok.
- Donaciones y suscripciones: Ofrecen contenido exclusivo a suscriptores y reciben donaciones de seguidores en plataformas.
- Eventos y apariciones públicas: Asisten a eventos, lanzamientos, y participan en conferencias, a menudo con compensación.
De lo anterior es posible desprender que algunos ingresos se obtienen mediante el ejercicio de una actividad empresarial, como en el caso de la venta de productos, patrocinios o publicidad, mientras que otros pueden ubicarse como ingresos por servicios, como las conferencias o apariciones públicas, entre otras.
Régimen Fiscal
Dada la naturaleza de los ingresos generados por los influencers, se les considera personas físicas con actividad empresarial o profesional, lo que implica que deben tributar de acuerdo con esta clasificación. En este sentido, los influencers se ubican en los siguientes regímenes fiscales, según sus condiciones y características. El Régimen de Actividades Empresariales y Profesionales (RAEP) y el Régimen Simplificado de Confianza (RESICO).
Régimen de Actividades Empresariales y Profesionales
El RAEP es un esquema fiscal más amplio que aplica a personas físicas que generan ingresos sin límite específico, permitiéndoles deducir aquellos gastos relacionados con su actividad económica, como costos operativos, honorarios, publicidad y otros gastos necesarios para el desarrollo de su negocio.
Bajo este régimen, las personas físicas están obligadas a realizar pagos provisionales mensuales considerando los ingresos que efectivamente hayan cobrado, y pagan un impuesto que varía de manera progresiva según el monto de sus ingresos, llegando a pagar una tasa efectiva de impuesto de casi 35%. Estos contribuyentes también deben presentar declaración anual.
RESICO
El otro régimen que tienen a su disposición es el RESICO, que está diseñado para facilitar el cumplimiento fiscal de las personas físicas que realizan exclusivamente actividades empresariales o profesionales, así como para aquellos que otorgan el uso o goce temporal de bienes. Para poder inscribirse en este régimen, es fundamental que la totalidad de los ingresos derivados de estas actividades, obtenidos en el ejercicio inmediato anterior, no excedan la cantidad de 3 millones 500 mil pesos. Este régimen ofrece ventajas como tasas impositivas reducidas y simplificación en la presentación de declaraciones fiscales, lo que lo convierte en una opción atractiva para muchos influencers que se encuentran en las etapas iniciales de su carrera.
Este es un régimen en donde no se aplican deducciones de gastos, y la tasa de impuesto se aplica directamente contra el total de ingresos cobrados, a una tasa que varía desde 1% hasta 2.5%.
Es necesario realizar pagos provisionales, y cuando el ingreso es pagado por una persona moral, esta debe efectuar una retención del 1.25%. En este sentido, existe la obligación de presentar declaración anual.
Conoce más sobre el RESICO en los diversos análisis que Fiscalia ha publicado, que están convenientemente compiladas en el Especial de Fiscalia: Régimen Simplificado de Confianza (RESICO) - Análisis de temas relativos al Régimen Simplificado de Confianza.
Plataformas digitales
Es fundamental aclarar que existe, en la Ley del Impuesto sobre la Renta (ISR), un régimen denominado de Plataformas Tecnológicas, que regula la obtención de ingresos por parte de las personas físicas, a través de una plataforma digital de intermediación; sin embargo, este régimen aplica a aquellas personas que utiliza plataformas que fungen como intermediarias entre el que enajena bienes o presta servicios, y sus clientes que compran sus productos o contratan sus servicios, a través de estas plataformas de intermediación.
A diferencia de los intermediarios de plataformas digitales, los influencers no tributan bajo el mismo régimen que estas plataformas, puesto que actúan directamente como generadores de contenido o prestadores de servicios, y estas plataformas no operan como intermediarios en la venta de bienes o servicios, lo que implica un enfoque distinto en su tratamiento fiscal.
En resumen, el Régimen de Plataformas Digitales no les es aplicable a los influencers.
Deducciones
Los influencers pueden deducir ciertos gastos relacionados con su actividad económica para disminuir su base gravable.
Régimen de Actividades Empresariales y Profesionales
En este régimen, los influencers tienen más opciones para deducir gastos, incluyendo:
- Gastos de operación: Alquiler de locales, oficinas o espacios de trabajo, y Servicios de electricidad, agua, internet y telefonía.
- Honorarios y servicios profesionales: Pagos a contadores, asesores fiscales, abogados y otros profesionales que proporcionen servicios relevantes.
- Gastos de publicidad y marketing: Gastos en campañas publicitarias, así como costos asociados a la promoción de productos o servicios.
- Costos de producción: Equipos y herramientas necesarias para la producción de contenido (cámaras, computadoras, software de edición), y Gastos relacionados con la producción de eventos o colaboraciones.
- Viajes y desplazamientos: Gastos de transporte, hospedaje y alimentación durante viajes relacionados con actividades empresariales.
- Seguros: Primas pagadas por seguros relacionados con la actividad, como seguros de responsabilidad civil o seguros de equipos.
- Material y suministros: Costos de materiales necesarios para la creación de productos, si aplica
Régimen Simplificado de Confianza (RESICO)
Los gastos deducibles no existen en este régimen, ya que se trata de un sistema sin deducciones, en el que el impuesto se causa sobre el ingresos bruto, pero a una tasa sumamente reducida.
Ingresos en el extranjero
Si los influencers obtienen ingresos del extranjero, es muy probable que estén sujetos a retenciones fiscales en el país de origen de los recursos. De ser el caso, es fundamental que obtengan la constancia de retención de impuestos correspondiente, que debe ser proporcionada por el pagador en el país extranjero. Este documento no solo es esencial para cumplir con sus obligaciones fiscales, sino que también les permite demostrar que han pagado impuestos en el extranjero. Contar con esta constancia puede facilitar la compensación de impuestos y ayudar a evitar la doble tributación, lo cual es crucial para optimizar sus ingresos y mantener una situación fiscal ordenada.
Es preciso identificar la plataforma a través de la cual se está recibiendo el ingreso e identificar las políticas de la empresa y si esta considera retener impuestos a los usuarios por motivos de residencia fiscal.
Por ejemplo, Youtube retiene impuestos a sus usuarios que no sean residentes en EUA. De la misma forma, la plataforma de servicios de streaming, Twitch, retiene un 30% de pagos emitidos a personas no residentes en Estados Unidos (EUA). En ambos casos la retención se genera porque los ingresos obtenidos están caracterizados como regalías.
Dado que muchas de estas plataformas tienen su residencia fiscal en EUA, es probable que soliciten un formato W-8BEN a sus usuarios, de forma que este declare el país en el que es residente para efectos fiscales y sea elegible para una tasa de retención reducida conforme al tratado tributario que, en su caso, se encuentre vigente.
Para contextualizar mejor el tratamiento fiscal de los ingresos en el extranjero es recomendable consultar el Tratamiento fiscal de ingresos por Onlyfans, Twitch o Patreon, el cual funciona de la misma manera en el caso de los influencers.
Impuesto al Valor Agregado (IVA)
En el caso de los influencers, el Impuesto al Valor Agregado (IVA) se genera en sus operaciones habituales, a menos que estén recibiendo ingresos del extranjero. La actividad empresarial que desarrollan y los servicios que prestan, normalmente se consideran gravados con este impuesto.
Es importante revisar si estos ingresos pueden clasificarse como exportaciones, ya que, de ser así, estarían sujetos a una tasa del 0% de IVA. Esto significa que, aunque no cobrarían IVA sobre esos ingresos, también tendrían la oportunidad de acreditar el IVA que hayan pagado en sus costos y gastos relacionados con la generación de ese contenido.
Fuente: Fiscalia.com